Su origen se
gestó en el año 1998, durante un curso de Historia de Aragón que se desarrolló
en Alfambra, dentro del Aula de Educación de Adultos, siendo su profesor Juan
José Barragán.
Durante este
curso, se encontró documentación y bibliografía referentes al Fuero de
Alfambra, la importancia de su castillo, las cuatro Órdenes Militares que lo
habitaron, el sistema de riego, los censos de población desde la Edad Media,…
un sinfín de detalles entre los que llamó la atención uno: los alfambrinos
subían al castillo por Pascua, hacia el mediodía, para satisfacer el censo a
su señor, el Comendador de Alfambra.
Tras aquel curso
se le propuso al Ayuntamiento la creación de un Museo de las Órdenes Militares,
dado su transcendencia en Alfambra, con presencia de cuatro de ellas, e incluso
la fundación de la Orden de Monte Gaudio, sin que se aceptara la idea, auque el
ayuntamiento mostró su intención de recuperar los restos del castillo.
Tiempo después se retomó la idea
con la creación de la Fundación Montegaudio, impulsada por la difusión de la
importancia del castillo en un artículo de Juan José Barragán escrito para
APUDEPA y que apareció publicado en el
Heraldo de Aragón, donde se proponía una reconstrucción del castillo a partir
de una imagen antigua.
Posteriormente, algunas
conferencias y cursos de diferentes especialistas fueron afianzando la idea de
poner en valor el castillo, si bien todavía sin una forma definitiva.
Todavía pasaría
algún tiempo hasta que la propuesta del museo de las Órdenes Militares fue
sustituida por el Museo de la Remolacha, cuyo éxito propició, paradójicamente,
que el Ayuntamiento hiciese suya esta propuesta, si bien bajo un
formato diferente.
De esta forma
nos pusimos a trabajar en la idea, sustituyendo el mediodía de la tradición del
pago de los censos por la medianoche del Sábado Santo, con la intención de
recrear con antorchas la forma de barco que tuvo el castillo.
Tras alcanzar
diversos acuerdos tanto con el ayuntamiento como con la Comisión de Fiestas,
nos lanzamos el año 2005 a recorrer la villa, con la colaboración de la
Asociación de Tambores y Bombos “Tierra Roja”, para finalizar delante de la
Iglesia con la lectura del documento fundacional de la recuperación de la
tradición que hemos llamado “Subida a la Encomienda”.
Ya se han desarrollado ocho ediciones, y el futuro será
lo que los alfambrinos tengan a bien, pues se trata de su más preciado
patrimonio colectivo: su historia.
NOTA: En la
antigüedad, griegos y romanos realizaban carreras de antorchas, con motivo de
algunas fiestas religiosas, hecho que me sugirió la idea, si bien adaptándola a
la forma actual de un pasacalles, subiendo al castillo como homenaje a la historia de Alfambra.
Juan
José Barragán, profesor de historia y autor intelectual de “La Subida”.